"Os invito a este evento tan importante para la Iglesia en Europa y para la Iglesia universal. Todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, pueden vivir esta experiencia, que puede ser decisiva en su vida". Con estas palabras Benedicto XVI ha animado a todos los jóvenes del mundo a participar en este encuentro, que se celebrará en Madrid, del 16 al 21 de agosto de 2011.
"Ir más allá, de lo habitual está en cada generación. Desear algo más que la cotidianidad de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte de ser joven. ¿Se trata de un sueño vacío que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su 'huella'"
"Arraigados y edificados en Cristo"
El mensaje está basado en el lema de la JMJ Madrid 2011, "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe". Benedicto XVI insta a todos los jóvenes a afianzar su fe, a través de una relación personal con Jesucristo, "Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle?"
"En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy pronto tomé conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante, después de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirigía hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, a su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica."
"Aprended a "ver", a "encontrar" a Jesús en la Eucaristía, donde está presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino; en el sacramento de la Penitencia, donde el Señor manifiesta su misericordia ofreciéndonos siempre su perdón. Conocedle mediante la lectura de los Evangelios y del Catecismo de la Iglesia Católica"
"A lo largo de este año, preparaos intensamente para la cita de Madrid, con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos. La calidad de nuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha en común de la Palabra de Dios y del apoyo recíproco."
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